En el libro
Bien al sur - La historia del blues en la Argentina, con Gabriel Grätzer planteamos que el blues local se conforma de lo que denominamos blues en la Argentina y blues argentino. El primero es el que, a comienzos del siglo XX, surgió tímidamente entre las bandas de jazz de la época, que interpretaban algunos blues tradicionales en sus repertorios. Eso sentó las bases de lo que se consolidaría muchísimos años después, principalmente a partir de la década del noventa, con músicos y grupos que aprendieron con los discos de los grandes maestros del género. La otra corriente, la del blues argentino, nació al mismo tiempo que el rock nacional, a mediados de los sesenta, y sus músicos tuvieron como máximas influencias a los jóvenes bluseros ingleses. Es decir, los pioneros del rock argentinos se acercaron al blues a través de la versión británica a la que le imprimieron su propio sello componiendo en español.
El blues en la Argentina y el blues argentino por momentos tomaron caminos separados y por otros se fusionaron, más allá de que algunos puristas consideren que el segundo no debe ser llamado blues.
El blues local puede resumirse en una serie de hitos que son el núcleo de su historia:
- El 10 de junio de 1935, Paloma Efron, más conocida como Blackie, grabó junto a sus Boys el primer blues en la Argentina: el clásico St. James Infirmary (Odeon 194328).
- En 1939, Néstor Ortiz Oderigo escribió su primer libro, pero debido a la Segunda
Guerra Mundial, la editorial Claridad lo editó recién en 1944. En
Panorama
de la música afroamericana dedicó un capítulo a cada una de las principales ramas del folclore de los Estados Unidos: work songs, negro spirituals y blues. Al año siguiente, Oderigo fue convocado a escribir una sección titulada “Notas sobre blues” en la revista Jazz Magazine.
- En 1954, en la película de Leopoldo Torre Nilsson,
Días de odio, y en
medio de una fuerte escena (para la época) dentro de un prostíbulo, aparecía
Lois Blue ataviada de forma muy sensual, cantando
Porque eres mi hombre, el primer blues interpretado en un film argentino.
- En 1965, Los Gatos Salvajes, la mítica banda de Litto Nebbia, lanzó su primer LP que incluyó la primera grabación de un blues eléctrico, Little red rooster, inspirada en la versión de los Rolling Stones y no en la original de Willie Dixon. En ese mismo álbum figura el que, según Claudio Kleiman, sería el primer blues escrito en español, aunque con elementos del doo wop:
Necesito saber.
- En 1970, el sello Mandioca lanzó el primer álbum de Manal con clásicos inmortales como
Jugo de tomate frío,
Avenida Rivadavia y
Una casa con diez pinos. Sin embargo, fue
Avellaneda blues la que daría el impulso necesario al grupo, y el puntapié inicial del blues argentino.
- El 2 de julio de 1971, Osvaldo Ferrer grabó, acompañándose en guitarra, el Black Snake Blues, de Blind Lemon Jefferson. Este registro formó parte del
Volumen II de la Antigua Jazz Band (Tonodisc LP 1022) y puede considerarse la primera grabación de country blues tradicional realizada en nuestro país.
- Ese mismo año, tras su paso por Los Abuelos de la Nada y Los Gatos, Pappo formó Pappo's Blues con David Lebón en bajo y Black Amaya en batería, y editó
Volumen 1, que junto a
Volumen 2, lanzado en 1972, iniciarían una saga de discos con los que Norberto Napolitano definió su sonido, una confluencia entre el blues y el hard rock, e hizo escuela.
- Más allá de que durante décadas, la Argentina recibió las visitas de grandes maestros del jazz como Louis Armstrong, Duke Ellington, Count Baise y Dizzy Gillespie, el primer bluesman de pura cepa en pisar suelo nacional fue B.B. King. En abril de 1980, el Rey del Blues dio dos conciertos en el estadio Obras y otro en el Hotel Bauen que fueron un fracaso comercial pero un gran hito para el blues local.
- En 1983, Memphis la Blusera lanzó su álbum debut,
Alma bajo la lluvia, que reflejó una nueva forma de interpretar el blues en la Argentina. Por un lado combinaba letras propias en español, con una impronta tanguera, y por el otro una formación y un sonido típico de las grandes bandas de la región central y la costa oeste de los Estados Unidos.
- En noviembre de 1985, Daniel Grinbank organizó el festival Rock & Pop en el estadio de Vélez. En medio de un clima caldeado y una ensalada de artistas como INXS, Los Abuelos de la Nada y Charly García, se presentó el legendario bluesman británico John Mayall acompañado por dos tremendos violeros: Coco Montoya y Walter Trout. Fue la llegada del blues a un gran estadio porteño.
- En diciembre de 1991, B.B. King volvió al país -se presentó en el Luna Park y fue teloneado por Durazno de Gala- y esta vez conquistó al público porteño. Su presencia abrió la puerta a una década de grandes recitales de blues que tuvo como visitas ilustres a Albert King, Albert Collins, Taj Mahal, Buddy Guy, Jimmy Rogers, James Cotton, Honeboy Edwards y Magic Slim, entre otros.
- El 10 de agosto de 1993, meses después del lanzamiento de su disco emblemático
Blues local y de haber tocado con B.B. King en el estadio Obras, durante la tercera visita del Rey a la Argentina, Pappo acarició el cielo con las manos: se fue de gira a los Estados Unidos y se presentó en el mítico Madison Square Garden de Nueva York en el Blues Summit de B.B. King junto a otras estrellas del firmamento blusero como Buddy Guy, Lonnie Brooks, Junior Wells y Koko Taylor. Luciendo un traje italiano, el Carpo deslumbró al público con sus solos.
El suceso del Samovar y el Blues Special Club, y el éxito comercial de La Mississippi y otras bandas en los noventa, la presentación de Grätzer y Memphis en el Teatro Colón, el show de Claudio Gabis en la Casa Rosada, la expansión federal del blues, las giras de artistas argentinos por el mundo, las muertes de Pappo y Adrián Otero, la creación de la Escuela de Blues, el auge de las jams y los festivales fueron otros acontecimientos que conforman la historia y la identidad del blues local.