Billy Branch es un viejo conocido de los argentinos. Vino al país varias veces e interactuó con gran cantidad de músicos. Así que recordar quién es y qué representa dentro del mundo blues no sería novedoso. Lo que nos convoca aquí es el lanzamiento de su flamante álbum, Blues shock, el primero de estudio en diez años, y en el que muestra que puede llevar la armónica a una nueva dimensión.
Branch se mantiene leal al blues de Chicago, ese que lo vio crecer y que lo formó, pero agrega a los temas pinceladas que escapan al sonido clásico. Ya de entrada, en Sons of blues, alterna un poco de funky acompañado por la fuerza de los vientos de los Chicago Horns. Algo similar sucede en el tema que da el nombre al disco, aunque esta vez los caños sirven de terreno para un descenso de Branch al soul más vintage, con unas afiladas intervenciones del slide del guitarrista Dan Carelli. En Function at the junction sigue con ritmo souleado, aunque más apoyado en el groove de una batería frenética. Incursiona también, con un feeling asombroso, en el terreno del jazz: su armónica dispara unas notas muy coloridas en Song for my mother.
También están los temas más bluseros, claro, en los que repasa versiones de leyendas del género: una animada Crazy mixed up world, de Willie Dixon; Boom boom, de John Lee Hooker; y Dog house, de Bobby Bryant, donde sostiene un interesante diálogo con el guitarrista Ronnie Baker Brooks, invitado de lujo. La formación de los Sons of Blues tiene a dos viejos conocidos: Nick Charles (bajo) y Moses Rutues Jr. (batería) y suma, además de Carelli, al tecladista Sumito "Ariyo" Ariyoshi. La banda suena bárbaro y hacen que la armónica de Branch se luzca, tal como tiene que ser.
Blues shock representa el debut de Branch en el sello Blind Pig y lo consolida como uno de los popes del blues de Chicago actual, al igual que su brother Lurrie Bell. Ambos son los emblemas de un estilo que se niega a caer en el olvido y que para eso atraviesa una fase de reconversión, más dinámico y melódico, pero sin alejarse de sus raíces más profundas, esas que heredaron de la generación que los precedió.
3 comentarios:
Discazo!!
Gracias Martin!! Que viva Billy Branch!!
es increible que Branch no haga un disco de blues, SALVO EL WOLF CON HUBERT SUMLIN, por eso Lurrie Bell es un verdadero bluesman
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