Como Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Big Jon Atkinson tiene dos caras. Por un lado, es un tipo conflictivo que tuvo muchos problemas con la ley. Por el otro, es uno de los músicos de la nueva generación que mejor entiende la vieja de la escuela del blues. Desde su casa de Hayward, California, donde montó su estudio Bigtone, contribuye a que ese sonido análogo se mantenga vivo. En los últimos meses, se grabaron allí dos discos exquisitos que no deberíamos pasar por alto.
Kid Ramos - Old school. El ex guitarrista de los Fabulous Thunderbirds acaba de lanzar un nuevo álbum después de 17 años, período en el que, mientras estuvo bien de salud, siguió tocando en bares y festivales. Venció al cáncer y crió dos hijos, uno de ellos acaba de cumplir 17 años y participó en el disco. El álbum, que fue grabado en vivo en dos días con microfónos vintage y supervisado por Atkinson, tiene un repertorio que incluye temas propios, otros escritos por Ramos junto a Johnny Tucker y algunos covers. La banda que lo acompaña está conformada por Bob Welsh en teclados, Danny Michel en guitarra, Kedar Roy en bajo y Marty Dodson en batería. Johnny Ramos, de 17 años, canta con mucha soltura, pero con una voz que todavía no terminó de desarrollarse, All your love de Magic Sam y Anna de Arthur Alexander. Tucker le pone la voz a otros cuatro temas y Kim Wilson aporta la suya en la fabulosa High society de T-Bone Walker. Atkinson también canta en Weight on my shoulders y hasta Kid Ramos se anima en Mona Lisa. Pero lo que más se destaca en cada uno de los temas es la creatividad de Ramos con los solos. Sutil y apasionado. Versátil y majestuoso, es un verdadero as de las seis cuerdas tanto cuando encara un blues profundo como I can’t wait baby o cuando se deja llevar por la improvisación del jazz en Wes side, de Wes Montgomery.
Johnny Tucker - Seven day blues. Johnny Tucker se instaló en Los Ángeles en 1964 y desde entonces desarrolló una importante carrera musica en ese área de influencia, como baterista, cantante y compositor, aunque sin mucho reconocimiento más que el de sus pares. Tocó con Phillip Walker, Floyd Dixon, Johnny Otis, James Thomas, Johnny Copeland y Robert Cray hasta que, en 2006, decidió largar su carrera solista con la edición del disco Why you lookin’ at me? Ahora, doce años después, acaba de sacar su segundo álbum, que grabó en Bigtone y acompañado por músicos que son del círculo de Big Jon Atkinson. El voluminoso guitarrista integra la banda que completan Scott Smart en bajo, Troy Sandow en armónica y bajo, y Malachi Johnson y Marty Dodson alternan en batería. Kid Ramos hace una aparición estelar en Tell you all, Bob Corritore suma su armónica en cinco de las 15 canciones y Bob Welch aporta su calidad desde los teclados en Love and appreciation (To Georgia), en la que Tucker muestra que también es un extraordinario cantante de soul. El álbum es una buena muestra de toda la capacidad, la personalidad y experiencia de este cantante que eligió volver al ruedo con un puñado de jóvenes músicos que aspiran a seguir adelante con la música tocando como se hacía antes: todos juntos en un estudio, en vivo, sin overdubs, con equipos antiguos y mucha pasión.
El blues de la vieja escuela en todo su esplendor.
1 comentario:
Gran disco el de Johnny Tucker.
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