martes, 30 de agosto de 2011

El último eslabón

Se fue el último eslabón con el blues originario del Delta. David “Honeyboy” Edwards murió a los 96 años y hasta hace muy poco seguía presentándose en vivo, con menos intensidad que antes pero con el mismo espíritu. Honeyboy fue una figura central de la historia del blues. Contemporáneo de Big Joe Williams, Charley Patton y Son House, fue amigo y compañero de ruta de Robert Johnson. En 1942, lo descubrió Alan Lomax, quien lo grabó en Clarksdale, Mississippi. Años más tarde, Honeyboy transitó el sendero hacia el norte, como un gran número de la población negra del sur, y se instaló en Chicago. Allí se ganó un lugar y con el tiempo se volvió en uno de los músicos más respetados de la ciudad, siempre respetando la tradición de la tierra en la que nació.

En marzo de 1993 Honeyboy visitó Buenos Aires. Tocó como telonero de Jimmy Rogers en el Teatro Opera. No recuerdo muchos detalles de aquel recital, pero sí retengo algunas imágenes en mi mente. También conservo la entrada y un recorte con la reseña del show que César Padrines escribió para La Nación:

“Cada uno con su estilo, Honeboy y Jimmy Rogers respetaron el purismo del blues. El primero, con una guitarra Gibson Recording de media caja y una forma de tocar similar a la que empleaban los músicos de los antiguos barrelhouse, recreó los viejos blues, inclusive algunos como Sweet Home Chicago, del legendario Robert Johnson.

Estático, casi como un Buda negro, Honeyboy deleitó a quienes fueron en busca de los tradicionales blues. Con un estilo formado en el viejo Mississippi, Honeyboy (junto con Michael Frank en armónica) avanzó sobre una suerte de repaso de los viejos temas. Con total tranquilidad, a
un sin perderla cuando se iba de tiempo, Edwards demostró un profundo conocimiento del blues.

Uno de los mejores momentos del blusero, con sus 77 años, fue cuando interpretó otro tema de Johnson, The Phonograph blues: su voz, característica del sur de los Estados Unidos, alcanzó un excelente registro. También brilló en el cierre de su actuación con la versión instrumental de Aleluya como la amo, de Ray Charles (…)”.

Si nunca escuchaste a Honeyboy, ahora es un buen momento para
que su música se mantenga viva. Una buena forma de empezar es el compilado Delta bluesman o el disco que grabó junto a Sunnyland Slim, Big Walter Horton y Floyd Jones para el sello Earwig, Old friends, que de hecho son los más fáciles de conseguir. En esos dos cd’s están condensadas décadas del más puro blues, el de un artista centenario y que siempre fue fiel a sus raíces.

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