miércoles, 30 de mayo de 2012
"Bonamassa es Dios"
El graffiti que en los 60 hacia hablar a Londres, “Clapton es Dios”, bien podría servir para describir a Joe Bonamassa. Sé que algunos escépticos dirán que eso es una exageración, un disparate, pero la fe es más fuerte. Y en este caso, la devoción está bien justificada: Bonamassa es el presente y el futuro del blues-rock. Es la continuación del sonido clásico en una nueva dimensión. La guitarra es una extensión de su cuerpo y todo lo que hace con ella es milagroso.
Bonamassa se presentó en el Teatro Coliseo y no le bastó más que una canción para ganarse al público. La banda apareció en escena y los músicos se quedaron inmóviles salvo el baterista Tal Bergman, que empezó a arengar a la gente moviendo sus manos, para que luego Bonamassa, vestido con jean, camisa y saco negro, hiciera estallar su Gibson Les Paul con Slow train. Luego siguió con la potente Last kiss y bajó un poco con Midnight blues, de Gary Moore, donde sacó unos solos impresionantes mientras un efecto de eco disolvía su voz. El cuarto tema fue Dust bowl y luego Who’s been talking? , de Howlin’ Wolf, la primera de la noche de su flamante disco Driving towards the daylight.
Recién entonces se dirigió al público. Dijo “Buenas noches” en español y agregó en inglés: “Vinimos sin saber que íbamos a encontrar, y la verdad que es todo increíble. ¡Las localidades se agotaron! Muchas gracias”. El fuego celestial siguió con una seguidilla de clásicos de su propia cosecha: Sloe gin, The ballad of John Henry (¡terrible slide!) y Lonesome road blues. En cada uno de los temas la potencia endemoniada de Bergman se recostó sobre el ritmo atronador de Carmine Rojas, que golpea su bajo de cinco cuerdas con una ferocidad apabullante. Richard Melick, en cambio, pasó desapercibido, las notas de su teclado pocas veces lograron imponerse por encima de la guitarra.
Sin decirlo, dedicó Son of yesterday a los que fueron a verlo porque lo descubrieron con Black Country Communion, el súper grupo que formó con Glenn Hughes y Jason Bonham. Y con dos blues más le dio el gusto a los más bluseros: una versión cansina de Look over yonder’s wall y Blues deluxe, de Jeff Beck, en el que llegó a un registro vocal tremendo, que voló unas cuantas cabelleras. En el final, se quedó solo con Bergman e hicieron un duelo entretenido antes de comenzar con Young man blues, de los Who. Los bises no tardaron en llegar. Bonamassa volvió al escenario con una copa de vino tinto en la mano, levantó su brazo y brindó. Apoyó la copa al costado de sus Marshalls y presentó Driving toward the daylight. El segundo bis fue un mix que suele hacer casi siempre, Just got paid / Dazed and confused, su manera de rendir homenaje a dos de las bandas de rock que más lo influenciaron: ZZ Top y Led Zeppelin.
Yo fui bautizado con un show de Bonamassa hace poco más de dos años, en marzo de 2010, en el Town Hall de Nueva York. Aquella vez sentí un sacudón profundo en mis entrañas, una emoción que solo la música puede provocar. Hace un año volví a verlo, aunque al frente de Black Country Communion. Aquella tarde de verano lluviosa en un pueblo noruego, al calor del rock and roll más descarnado, resultó ser una experiencia trascendental. Ahora, a casi diez años de haber escuchado uno de sus discos por primera vez, lo volví a ver en vivo y renové toda mi fe en él.
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13 comentarios:
Muy buena Martin,totalmente de acuerdo...una aplanadora el mucgacho!!Abrazo
vos decis que fue una masa?
Muy buena cronica, Martin....un verdadero huracan de musica.
la raja... de mas que vuelve, ojalá venga a Chile
es un gran musico, sin duda. Pero tengo cierta falta de feeling personal con el, espero poder superarlo pronto y disfrutar como tu.
un saludo,
Rafa busca su disco Blues deluxe y algún show en vivo para empezar a disfrutarlo. El show de anoche fue vibrante, caliente, emocionante.
Es un capo Bonamassa, muy buen reporte Martin, Cordial saludo
excelente martin.
que buenos musicos q estan viniendo, me recuerda a los 90 con A.Collins, A.King, B.Guy, que siga por largo rato y que el kilombo del dolar se solucione pronto!
excelente cronica ,Joe la rompio!!!! jejeje habra sido malbec la copita de vino q se tomo Joe en los bises?
una verdadera stairway to heaven. no me arrepiento haber viajado para verlo. Una joya para los oidos, los ojos y para las almas bluseras y rockeras. Gracias por el relato, es una de las formas para recordar por siempre este recital. Saludos desde Asunción, Paraguay.
lalo el blusero, joe es un musico vibrante espero venga pronto para seguir disfrutandolo .
me gustaria que haga un poco mas de blues .
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