La noche de La Trastienda estuvo una vez más cargada de blues. Josh Fulero, el otro visitante ilustre, se encargó de calentar un poco el ambiente. Empezó con I done got over y para cuando promediaba You belong to me, inspirada absolutamente en Magic Sam, la banda hizo un corte y Portnoy apareció en escena. Alejandro Moreyra lo describió como un joven Vincent Price y creo que el parecido bien podría servir para las canciones de TVR. Portnoy vestía como en los 50: un traje con un corte de esa época, camisa violeta, corbata dorada y unos zapatos de cocodrilo bastante excéntricos. Sopló su armónica una vez y la banda se lanzó tras un slow blues duradero –Blues in a dream, dijo después- en el que demostró que no sólo en lo visual cultiva los años 50.
Hizo un tema más de su álbum Poison kisses, Charge it, que tiene cierta similitud con la Master charge de Albert Collins, para después tributar a los nombres que lo moldearon desde joven. “Me duele a veces saber que todos los músicos que admiré ya no están”, anunció antes de una notable versión de Kidney stew, de Eddie “Cleanhead” Vinson. Josh Fulero cambió una Gibson Les Paul dorada por una Stratocaster marrón para sacar unos solos impecables. Me hizo acordar un poco a Dave Specter, otro fino guitarrista influenciado por el sonido del West Side. Luego, Portnoy le indicó a la banda que era el momento de recordar al viejo Jimmy Rogers con uno de los temas más versionados de la historia del blues, Walkin’ by myself.
Para el cierre tenía reservado el clásico imborrable de Little Walter, My babe, y una demoledora versión de Hush hush, de Jimmy Reed, que la introdujo con una ironía sobre cuánto les gusta hablar a las mujeres. Un instrumental precedió el final: Portnoy presentó a los músicos de La Argentina Blues Band, Walter Galeazzi (tecados), Mariano D’Andrea (bajo) y Gabriel Cabiaglia (batería), que durante todo el show estuvieron muy correctos y contenidos dejando que el maestroy y Fulero hicieran lo suyo. Los bises siguieron con Dust my broom, otro instrumental y Got my mojo working. Así terminó de demostrar por qué él es el puente entre los viejos maestros de Chicago y nosotros, el canal de expresión de la vieja escuela del blues y uno de los más fieles representantes del estilo clásico.
8 comentarios:
Exelente cobertura.
Excelente show. Fino y delicado. Despues del chasco con Buddy Guy un balsamo para mis oidos bluseros.
no sé a que chasco te referís porque el show de Buddy Guy fue asombroso.
Hola Martin. Ante todo te digo que sigo siempre tu pagina y me encanta. Mi opinion con respecto al show de Buddy Guy tiene que ver con lo que yo busco en un show de blues. No dudo que es un genio ,es mas , es uno de mis preferidos, pero el show me parecio un acto de virtuosismo mas que un show de blues. Saludos. Fernando
Hola Fernando, es cierto en parte lo que decís. Pero no creo que un acto de virtuosismo sea un chasco. Entiendo que no era lo que querías escuchar, pero está bueno que los músicos hagan cosas distintas porque sino sería todo uniforme. Lo importante del show de Buddy Guy fue que entretuvo a la gente y mostró todo lo que aprendió en más de 50 años tocando blues. Gracias por seguir el blog. Saludos
muy buen show! muy buena nota!
Ja! Genial! Muy buena reseña! Y me cita! Muchas gracias!
Gracias Martin, muy buen reporte del show. Estamos muy conentos con todo el Tour de Jerry Portnoy. Un abrazo. MC
Publicar un comentario