sábado, 24 de agosto de 2019

Hasta la próxima estación


“Voy a hablar poco porque va a ser difícil. Dejemos que suene la musiquita”. Esas fueron las primeras palabras de Tomy Espósito luego del arrollador inicio de Vieja Estación con Buitres. El cantante y guitarrista se vuelve a México, donde vive buena parte de su familia, y por eso la banda se despidió en el Centro Cultural Richards, en Palermo, el jueves por la noche. Ante una buena cantidad de público, el grupo que se formó hace casi 20 años dio un show enérgico y muy emotivo que hace pensar que no fue tanto un adiós sino más bien un hasta luego.

Con Tomy Espósito en guitarra y voz, Nico Yudchak en guitarra, Mauro Bonamico en bajo y coros, Nandu Aquista en hammond y Maximiliano Begara en batería, el grupo llevó adelante más de dos horas de show con una fuerte impronta de rock sureño, soul y una pizca de blues. Repasaron gran parte de su último disco, Soltando la carga, pero también interpretaron algunos covers, temas más viejos y hasta una canción nueva, Música eterna. “Tenemos un tema nuevo que vamos a tocar en la despedida. Nosotros somos así”, bromeó Tomy cuando ya estaba menos conmovido que al principio.

Entre las canciones que versionaron se destacó Sugaree, un tema que Robert Hunter, histórico letrista de los Grateful Dead, escribió para el primer disco solista de Jerry García. Aquí se combinaron las voces de Tomy Espósito, Mauro Bonamico y Paco Gallardo, uno de los invitados, que se sumó también con su guitarra acústica y sorprendió por el timbre de voz muy parecido al de Gracía. Más tarde, ya sin Gallardo, tocaron Not fade away, la composición de Buddy Holly que resultó ser el primer gran éxito de los Stones en la década del sesenta.

Vieja Estación es una banda que tiene excelentes canciones y sus músicos saben muy bien como tocarlas. La voz nasal y un tanto rasposa de Tomy Espósito le confiere gran personalidad a todo el repertorio y luego la combinación de su guitarra con slide con los punteos y riffs de Nico Yudchak, siguiendo la tradición de Duane Allman y Dickey Betts, se imponen por sobre el telar sonoro que construye el hammond de Nandu Aquista, mientras la fortaleza de la sección rítmica apuntala los cimientos sonoros sin trastabillar.

Nico Raffetta, que estuvo como invitado en el último disco, subió para tocar el hammond en Vientos del sur y Soltando la carga, y Nico Bereciartúa, ex miembro del grupo, se presentó sobre el final para aportar su exquisito toque de guitarra en dos piezas de la primera época: Mi música y mi fe y Cuando vuelvas a casa. Luego, los dos volvieron al escenario para el bis con un clásico del soul, Turn on your lovelight.

¿Habrá sido el último show de Vieja Estación tal como anunció Tomy Espósito? Quedó flotando la sensación que, más tarde o más temprano, se volverán a juntar. “La respuesta está en el viento, ya lo decía esa canción, el camino sólo te lleva hasta la próxima estación”.

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente nota, gracias !!