martes, 2 de julio de 2019

Tinta azul


Todo blues. Así se llama el último libro del periodista español Manuel López Poy, una verdadera biblia del género escrita en español que abarca más de dos siglos de música e historia y no se limita a los márgenes del río Mississppi, sino que, partiendo de la premisa que el blues se volvió un lenguaje universal, explora el desarrollo del género en otros continentes.

El mamotreto blusero, como le gusta llamarlo a su autor, no sólo narra la génesis, consolidación y expansión del blues, sino que también se adentra en la historia social y política de los Estados Unidos comenzando con la llegada de los esclavos negros a América en el siglo XVII. Pero también atraviesa otros momentos históricos como la Guerra de Secesión, la abolición de la esclavitud, la segregación racial, la Gran Depresión, las dos grandes guerras mundiales, la lucha por los Derechos Civiles y Vietnam, que va trazando con historias de personajes emblemáticos como W.C. Handy, Charley Patton, Son House, Robert Johnson, Muddy Waters y Howlin’ Wolf. López Poy recurre a esos nombres, pero también toma como hoja de ruta las vidas de otros míticos bluesmen y blueswomen como Peg Leg Howell, Jaybird Coleman, Ma Rainey y Mamie Smith. El libro está bien organizado en capítulos cortos que permiten una ágil lectura y rápida comprensión para aquellos novatos del blues.

Manuel López Poy.
Promediando la mitad de la obra, y luego de hacer un exhaustivo paneo sobre los exponentes actuales del blues en los Estados Unidos, el autor repasa la rica historia del blues británico con figuras como Cyril Davies, Alexis Korner, John Mayall, Eric Clapton y Peter Green. Y luego se lanza a la captura del blues por toda Europa y logra reconstruir con precisión quirúrgica como se fue expandiendo el género tras la Segunda Guerra Mundial, especialmente desde la década del cincuenta, con las visitas de Big Bill Broonzy y Muddy Waters, y el fenómeno de los American Folk Blues Festival en los sesenta. Pero también desgrana las expresiones locales de Francia (con figuras como Jean Jacques Milteau o Nico Wayne Toussaint), Italia, Alemania, los países bajos, los nórdicos, los balcánicos y Portugal. En cada uno de esos lugares, López Poy encontró cientos de músicos que revalorizan el blues tradicional y otros que lo fusionan con expresiones más personales o autóctonas.

España, su tierra, tiene un capítulo bastante extenso pese a que, debido a la dictadura franquista, el desarrollo del género comenzó recién en la década del ochenta, más allá que desde la década del cincuenta, con la visita de Broonzy a Barcelona se inauguró una saga de shows que a lo largo de los años llevó a ese país a figuras como John Lee Hooker, T-Bone Walker y Memphis Slim.

Pero su investigación no se limita al viejo mundo. También profundiza sobre lo que sucedió con esa música en América Latina con apartados dedicados a México, Brasil, Perú, Uruguay, Chile y a Argentina. Sobre este último recurrió como fuente principal de consulta al libro Bien al Sur-Historia del Blues en la Argentina. El autor, además, va al núcleo de la cuestión, África, donde rescata a sus máximos exponentes e intenta establecer la dinámica de cómo los sonidos ancestrales fueron y volvieron a través del Atlántico.

El último tramo del libro es más enciclopédico, pero no menos interesante. López Poy enumera a los divulgadores más importantes de la historia del blues como John y Alan Lomax, John Hammond, Paul Oliver, LeRoi Jones, Samuel Charters, David Evans, Lester Melorse y Lawrence Cohn; musicólogos, cazatalentos o productores que tuvieron un rol fundamental para poder descubrir a muchos de los grandes músicos y documentar la historia. Para terminar, Todo Blues tiene un breve diccionario que explica las claves del género como juke joint, mojo, canned heat, kazoo, songster y washboard, entre otras; y un listado muy completo de la filmografía, de ficción y no ficción, relacionada con el blues.

En palabras de su autor: “No es al experto erudito a quien se dirige en esencia este libro, o al menos no a él en primera instancia, sino al aficionado a la cultura en general y la música en particular, que tenga curiosidad por saber cuáles son los fermentos de la banda sonora que le ha acompañado a lo largo de la mayor parte de su vida. Porque el blues es el ADN básico de la música popular actual en todo el mundo, si exceptuamos la música clásica y las músicas folclóricas regionales, entendidas en el más estricto sentido, sin mestizajes modernos. Este libro pretende recoger la parte más amplia posible de esa impronta que ha dejado en nuestra cultura la música que hace ya más de un siglo crearon los descendientes de los esclavos como máxima expresión de su lucha por la supervivencia y la dignidad”.

No hay comentarios: