miércoles, 29 de mayo de 2019

El primer saxo del rock & roll


Raymond Hill estuvo ahí cuando nació el rock & roll. Era uno de los saxofonistas de los Kings of Rhythm, la banda de Ike Turner que, a comienzos de 1951 –algunos dicen el 3 de marzo y otros el 5-, grabó en Sun Records, el legendario estudio de Sam Phillips en Memphis, el tema Rocket 88, considerado por muchos la piedra basal de la música que conquistó la segunda mitad del siglo XX. La canción quedó registrada a nombre de Jackie Brenston and his Delta Cats, porque Brenston fue el cantante, mientras que Turner tocó el piano. Pero la participación de Hill también resultó trascendental por un solo muy intenso que comienza luego de la arenga del vocalista: "Blow your horn Raymond".

Raymond Earl Hill había nacido el 29 de abril de 1933 en Clarksdale, Mississippi. Sus padres regenteaban un conocido juke joint de Lyon, una pequeña localidad en las afueras de la ciudad, y allí, en la década del cuarenta, el pequeño Raymond creció escuchando a músicos como Sonny Boy Williamson y Robert Nighthawk. En ese mismo lugar empezó a tocar el saxofón y tiempo después conoció a Turner, otro oriundo de Clarksdale, con quien formó la mítica banda.

Tras unos años tocando en el Delta de Mississippi y alrededores les llegó la oportunidad de ir a Memphis y no la desaprovecharon. Rocket 88 llegó inmediatamente al puesto número 1 de los charts. Pero las regalías no fueron las suficientes para los músicos ante el éxito rotundo de la canción. Hill renunció a la banda y, en 1952, grabó cinco temas para Phillips que no fueron editados. Entonces se abocó a trabajar como músico de sesión. Ese año grabó con Clayton Love para el sello Aladdin y con Little Junior Parker para Sun Records, aportando su saxo en Mistery train. En 1954, acompañó a Billy "The Kid" Emerson (Sun Records) y Jesse Knight (Checker) y finalmente grabó dos temas más como solista para Phillips que sí fueron editados en un single de 78 rpm (The Snuggle y Bourbon Street Jump). Ambos tracks fueron reeditados en la década del setenta junto a los cuatro que no habían visto la luz (Long gone Raymond, My baby left me, Somebody's been carryin' your rollin' on y I’m back pretty baby) en una compilación del sello inglés Charly R&B sobre la historia de Sun Records. La única de sus grabaciones de 1952 que no había sido editada, Sittin' on top of the world, finalmente lo hizo en 1985 en un compilado que se llamó Memphis blues-Unissued tracks from de 1950's.

A mediados de los cincuenta emigró a Chicago donde participó de las sesiones de Dennis Binder para Modern Records y también volvió a colaborar con Parker. En 1956 se fue a St. Louis y se reincorporó a los Kings of Rhythm de Ike Turner con los que participó de las grabaciones para Federal junto a Jackie Brenston y Billy Gaytes, unas joyas perdidas del rhythm and blues que recién fueron editadas por Charly R&B en 1991.

En 1957, Raymond Hill comenzó una relación con una de las coristas de la banda, Anna Mae Bullock, que pronto sería mucho más conocida por su nombre artístico: Tina Turner. El romance entre la joven Tina y Hill fue efímero y no tan apasionado, según se desprende de varias biografías, pero ella quedó embarazada de su primer hijo, Craig. La pareja se separó cuando Hill se fracturó una pierna y decidió volver a Clarksdale antes de que naciera el niño. Poco tiempo después ella comenzaría una relación con Ike Turner y esa es una historia conocida.

En la década del sesenta, Hill salió de gira con Albert King y poco más se recuerda de él. Se cree que se retiró de la música durante años hasta que el musicólogo David Evans lo grabó en 1979 para el primer single de su sello High Water. Hill registró un blues bien crudo, Going down, con su hijo Andrew Hill en guitarra que en el lado B llevó un tema cantado por su esposa, Lillie Hill. Ese mismo sello después grabaría a grandes figuras del hill country blues como Jesse Mae Hemphill, Junior Kimbrough y R.L. Burnside, entre otros.

Raymond Hill murió de un ataque cardíaco el 16 de abril de 1996, pocos días antes de cumplir 63 años, en su Clarksdale natal. Su historia, como la de muchos de sus contemporáneos, se perdió con el paso del tiempo, pero su solo de saxo en el amanecer del rock and roll seguirá sonando por siempre.



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