martes, 31 de agosto de 2010
Pinot, místico y elegante
viernes, 27 de agosto de 2010
SRV, dos décadas después

SRV fue de lo mejor que nos dejó los ochenta, una década de recuerdos borrosos y fotos que más de uno quisiera quemar. Hoy, SRV sigue siendo influyente en la mayoría de los músicos que tocan blues y otros ritmos; sus discos se siguen vendiendo y descargando muchísimo; su figura y su mito siguen creciendo; y su espíritu sigue alrededor nuestro.
martes, 24 de agosto de 2010
Lanzamientos de agosto


Dr. John –



viernes, 20 de agosto de 2010
Blues local (primera parte)
Tres bluesmen argentinos responden cinco preguntas que nos permitirán conocer cómo llegaron al blues, cuáles son sus discos favoritos y sus mejores experiencias arriba de un escenario.
1)¿Cómo empezaste a escuchar blues?
2)¿Cuál fue el primer disco de blues que compraste?
3)¿Cuáles consideras que son los tres mejores discos de la historia del blues?
4)¿Cuál fue tu mejor experiencia arriba de un escenario?
5)¿Quién es el músico argentino que mejor nos representa a nivel internacional?
Martín Luka (guitarrista y cantante)
1) Mis primeros blues los escuché de la mano de los Rolling Stones. Hace muchos años yo tenia pelo y flequillo stone. Me mataba con Little red rooster.
2) El primer disco de blues que compré (en realidad un cassette) fue Manal, de Manal, donde estaba Avellaneda blues, un tema muy especial para mí.
3) No sé si serán los mejores de la historia, pero son los que más me gustan: Born under a bad sign, de Albert King; The London Howlin’ Wolf Sessions; de Howlin’ Wolf; y cualquiera de Freddie King o de T-Bone Walter.
4) Menciono tres: cuando canté Desconfío ante dos mil personas en el primer homenaje a Pappo. Otra fue abrir el show de la Chicago All Star en el ND Ateneo, y el abrazo que me dio Bob Margolin cuando bajaba para los camarines.
Me felicitó y halagó mi voz y manera de tocar. Y la última fue la semana pasada: toqué con Javier Martínez, un gran culpable de mis blues.
5) José Luís Pardo está haciendo una carrera bárbara. Y después los grandes de siempre: el Bota y Javier Martínez y, por supuesto, el recuerdo de Pappo.
Marcos Lenn (cantante y guitarrista)

1) Empecé a escuchar blues de chico. Creo que a los diez años. Primero Manal y Pappo. También me gustaba mucho el swing.
2) El primer disco fue el Soul to soul, de Stevie Ray Vaughan & Double Trouble.
3) Considero que hay muchos imprescindibles y que seria injusto nombrar sólo tres.
4) Mi mejor experiencia fue haber tocado con Mud Morganfield (hijo,ja!) en La Trastienda y los dos shows con la banda de Muddy Waters en el ND Ateneo y en el Willie Dixon, de Rosario. Inolvidables shows por la humildad de esa gente!
5) De lo que hay en la actualidad no se si a alguno le pondría el mote de "representante internacional", porque la gente no se entera o se sabe muy poco sobre los que tocan afuera (hablando del blues obviamente). Lo sabemos nosotros, que estamos en el ámbito o porque son amigos. Desagraciadamente esas cosas no se hacen masivas, y al no haber difusión es como que no sirve. Igual, uno podría ser Luis Salinas... pero toca un poco de todo.
Nicolás Smoljan (armonicista y cantante)
1) Recuer
do que cuando tenía unos 11 o 12 años, durante unas vacaciones una prima me hizo escuchar un cassette de Muddy Waters en vivo, no recuerdo cuál era, pero seguramente haya sido el Muddy Mississippi Waters Live. Nunca había escuchado nada parecido hasta ese momento y a partir de ahí empecé a tratar de conseguir discos de blues, cosa que era muy difícil hace casi 20 años atrás en Argentina y mucho peor aún en Neuquén donde yo vivía. Cuando alguno de mis amigos conseguía un álbum nos juntábamos a escucharlo y a prestarle mucha atención. Era todo un acontecimiento. Por suerte ahora es muy fácil conseguir música de cualquier estilo y entonces tengo más de 100GB de discos de blues en MP3.
2) El primer disco que compré fue Take me back, de James Cotton. Tuve suerte: hoy sigue siendo uno de mis discos preferidos.
3) Se me hace muy complicado seleccionar los tres mejores discos de la historia del blues, pero creo que podría ser cualquier cd del sello Chess, de los años cincuenta: Little Walter, Sonny Boy Williamson II o Muddy Waters.
4) Creo que la mejor experiencia que tuve arriba de un escenario fue la posibilidad de tocar al lado de músicos a los que he admirado durante gran parte de mi vida y que aún sigo admirando como Bob Stroger, James Wheeler, Lurrie Bell, Rick Estrin o Duke Robillard por nombrar algunos. Eso ha sido lo más parecido al paraíso que conocí hasta ahora.
5) Para mi Daniel Raffo y Matías Cipiliano son probablemente los músicos más representativos dentro del estilo.
1)¿Cómo empezaste a escuchar blues?
2)¿Cuál fue el primer disco de blues que compraste?
3)¿Cuáles consideras que son los tres mejores discos de la historia del blues?
4)¿Cuál fue tu mejor experiencia arriba de un escenario?
5)¿Quién es el músico argentino que mejor nos representa a nivel internacional?
Martín Luka (guitarrista y cantante)

2) El primer disco de blues que compré (en realidad un cassette) fue Manal, de Manal, donde estaba Avellaneda blues, un tema muy especial para mí.
3) No sé si serán los mejores de la historia, pero son los que más me gustan: Born under a bad sign, de Albert King; The London Howlin’ Wolf Sessions; de Howlin’ Wolf; y cualquiera de Freddie King o de T-Bone Walter.
4) Menciono tres: cuando canté Desconfío ante dos mil personas en el primer homenaje a Pappo. Otra fue abrir el show de la Chicago All Star en el ND Ateneo, y el abrazo que me dio Bob Margolin cuando bajaba para los camarines.
Me felicitó y halagó mi voz y manera de tocar. Y la última fue la semana pasada: toqué con Javier Martínez, un gran culpable de mis blues.
5) José Luís Pardo está haciendo una carrera bárbara. Y después los grandes de siempre: el Bota y Javier Martínez y, por supuesto, el recuerdo de Pappo.
Marcos Lenn (cantante y guitarrista)

1) Empecé a escuchar blues de chico. Creo que a los diez años. Primero Manal y Pappo. También me gustaba mucho el swing.
2) El primer disco fue el Soul to soul, de Stevie Ray Vaughan & Double Trouble.
3) Considero que hay muchos imprescindibles y que seria injusto nombrar sólo tres.
4) Mi mejor experiencia fue haber tocado con Mud Morganfield (hijo,ja!) en La Trastienda y los dos shows con la banda de Muddy Waters en el ND Ateneo y en el Willie Dixon, de Rosario. Inolvidables shows por la humildad de esa gente!
5) De lo que hay en la actualidad no se si a alguno le pondría el mote de "representante internacional", porque la gente no se entera o se sabe muy poco sobre los que tocan afuera (hablando del blues obviamente). Lo sabemos nosotros, que estamos en el ámbito o porque son amigos. Desagraciadamente esas cosas no se hacen masivas, y al no haber difusión es como que no sirve. Igual, uno podría ser Luis Salinas... pero toca un poco de todo.
Nicolás Smoljan (armonicista y cantante)
1) Recuer

2) El primer disco que compré fue Take me back, de James Cotton. Tuve suerte: hoy sigue siendo uno de mis discos preferidos.
3) Se me hace muy complicado seleccionar los tres mejores discos de la historia del blues, pero creo que podría ser cualquier cd del sello Chess, de los años cincuenta: Little Walter, Sonny Boy Williamson II o Muddy Waters.
4) Creo que la mejor experiencia que tuve arriba de un escenario fue la posibilidad de tocar al lado de músicos a los que he admirado durante gran parte de mi vida y que aún sigo admirando como Bob Stroger, James Wheeler, Lurrie Bell, Rick Estrin o Duke Robillard por nombrar algunos. Eso ha sido lo más parecido al paraíso que conocí hasta ahora.
5) Para mi Daniel Raffo y Matías Cipiliano son probablemente los músicos más representativos dentro del estilo.
martes, 17 de agosto de 2010
Wine song 39

viernes, 13 de agosto de 2010
The real deal
Hay un momento en el que cierro los ojos. Siento como la vibración del bajo hace temblar el piso. Huelo el dulce aroma del alcohol en el aire. Una voz cavernosa y profunda aúlla blues desde el núcleo mismo del alma. Imagino que estoy en un pequeño y concurrido bar de Chicago. Afuera hace tanto frío como podría hacerlo cualquier noche sin nieve en la Ciudad del Viento. La música no engaña. Es blues crudo, zapado, puro. Abro los ojos y vuelvo a ver a Lurrie Bell desatando torrentes de electricidad desde las seis cuerdas. Canta y toca como si tuviera el corazón en carne viva y, sin embargo, está feliz. Ya lo dijo él: su vida fue muy dura y el blues es su salvación.
***
La semana pasada Lurrie Bell se presentó en varios programas de radio tocando la guitarra acústica. Antes de empezar el show le pregunté a Mariano Cardozo, el productor, si iba a tocar un set unplugged y me respondió: “No. Pura electricidad. Lurrie está en llamas”. Mariano tenía razón. ***
Lurrie tocó diez temas en una hora y media: desde Don’t you lie to me y Honey bee hasta Got my mojo working y Messin’ with the kid. Fue un show muy intenso, con solos prolongados de Lurrie y con lugar para los punteos rockeados y con wa-wa del violero Max Valdeneu y el swing incipiente del tecladista Guillermo Raíces. La sección rítmica estuvo a cargo del “Bohemio” Rubinsztein y Gabriel Cabiaglia. Rubén Gaitán sopló su armónica en la segunda mitad del show, y Rafael Nasta y Pato Raffo subieron al escenario para el lascivo She’s nineteen years old. ***
***
En un momento, Lurrie se convirtió en Albert King. Alucinante versión de Crosscut saw. Su voz, sus solos… era todo Albert. ***
Lurrie parece un tipo sencillo. Tiene una sonrisa amplia y afectuosa y habla muy fuerte. Cuando terminó el show se sentó a firmar autógrafos y sacarse fotos con la gente. Lo hizo durante casi una hora. Sin apuro ni cara de fastidio. El tipo acababa de descargar su vida en el escenario y siguió contentando al público. Un grande.martes, 10 de agosto de 2010
“El blues es mi salvación y mi refugio”
Lurrie Bell se crió en las entrañas de Chicago. Aprendió todo de su padre, el maestro de la armónica Carey Bell. De niño escuchó a los grandes maestros del blues escribiendo la historia moderna del género: Muddy Waters, Albert King, T-Bone Walter, Willie Dixon. Él los vio a todos, a muchos, incluso, en el living de su casa. Bell es hoy un gran guitarrista, uno de los más dignos representantes de la escena blusera actual. Combina técnica, sentimiento y un pasado complicado y todo eso lo demuestra arriba del escenario, el lugar donde asegura que se siente más cómodo y puede dar lo mejor. “Para eso vivo”, dice.
“El blues es mi vida… desde que nací lo escucho, lo siento y lo toco. Una vez que entras al blues… no se sale más. Es mi conexión, mi salvación y mi refugio”, explica a Tiempo Argentino. Lurrie es un tipo apegado al legado familiar. Aún hoy sigue escuchando los discos de su padre, de Albert King y de Eddie Taylor.
Tuvo una vida errante, vagó por las calles, perdido, sin otro rumbo que el de la muerte trágica. Pero conoció a una mujer que, según su relato lo salvó. Así recompuso su vida y su carrera. Logró editar siete discos solista, cinco de ellos para el prestigioso sello Delmark. Antes ya había grabado con la banda de su padre y con los Sons of Blues, el grupo que formó junto a Billy Branch y el hijo de Willie Dixon a mediados de los ochenta, que sacudió los escenarios de Chicago durante un tiempo.
Hace tres años murieron su pareja y su padre. Asimiló esos duros golpes con más música, más trabajo y mayor dedicación.
A los 51 años, Bell es una eminencia. El jueves se presentará en vivo en La Trastienda. Según sus palabras, el show será tan Chicago como pueda. Estará acompañado por el guitarrista argentino radicado en los EE UU Max Valdeneu y La Argentina Blues Band, todos músicos profesionales que están acostumbrados a tocar con las grandes figuras que vienen del norte.
La promesa de un show caliente, profundo y bien eléctrico, ya está hecha: “Siempre lo doy todo. En la Argentina también. El blues se toca con el alma y eso es lo que acá van a ver”, augura el guitarrista.
Jueves a las 21, La Trastienda. Banda soporte: Los Chevy Rockets
miércoles, 4 de agosto de 2010
Un poeta fuera de su época

(Este texto lo publiqué hace más de un año en el blog Casi en Libertad)
Un poeta del siglo XIX fuera de su época. Un romántico, melancólico y depresivo. La guitarra. Siempre había una guitarra cerca de él y hojas de papel esparcidas en su antiguo escritorio victoriano. En ellas garabateaba frases otoñales y su pluma paría las más sutiles palabras. Es curioso que a Nick Drake no se lo ubique en el mismo lugar que a Kurt Cobain, Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones o Jim Morrison. Todos tienen en común que murieron a los 27. Nick Drake ni siquiera llegó a esa edad. Murió de una sobredosis de pastillas antidepresivas poco antes de cumplirlos.
Las letras de sus canciones fueron siempre un abanico lírico. Apenas editó tres discos oficiales: Five Leaves Left (1969), Bryter Layetr (1970) y Pink Moon (1972). Lo descubrió Joe Boyd, el mismo tipo que llevó de gira a Muddy Waters a Gran Bretaña, que produjo el primer single de Pink Floyd y le dio color y forma a la psicodelia inglesa de los sesenta.
El trabajo de su padre hizo que Nick Drake naciera muy lejos de Inglaterra, en Birmania, unos años después del final de la Segunda Guerra Mundial. Durante los sesenta estudió literatura inglesa en Cambridge y extendió su pasión por la música perfeccionándose con la guitarra, el piano, el saxo y el clarinete. Pero las letras le brotaban. Si hasta tenía nombre de poeta. Leía a William Blake y a Henry Vaughan. Escuchaba a Bob Dylan, Josh White, Leonard Cohen y Fairport Convention.
La muerte le llegó muy rápido, pero él la esperaba. Ya en su primer disco, Five Leaves Left, la canción Fruit Tree dice: “La fama no es sino un árbol frutal / tan enfermizo que nunca florece / hasta que su tronco está en el suelo (…) / Seguro en tu lugar bajo tierra / entonces sabrán lo valioso que eras”. Drake era depresivo y sufría insomnio y abruptas crisis nerviosas. Luego de su muerte la Justicia falló que se había suicidado, pero su familia considera que fue un accidente. Lo cierto es que Drake estaba más en otro mundo que en éste.
Hoy es un artista de culto, un personaje que trascendió a su muerte y que se mantiene lejos del circuito comercial. Su vida se resume en sus discos y sus canciones. Y también en sus seguidores: R.E.M, John Martyn, The Cure, Peter Weller, Elliot Smith y hasta Norah Jones, que versionó uno de sus temas, Day is done. La magia de Nick Drake vive cada vez que alguien escucha uno de sus álbumes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)