domingo, 24 de abril de 2016

El último solo del asesino de la Flying V


Su muerte quedó eclipsada por la de Prince. Por eso estas líneas, en este humilde blog, intentarán rendir un justo homenaje a su figura, su música y su trayectoria. Acá en Argentina lo conocimos en los '90 por sus discos para Alligator Records, el primero producido nada más y nada menos que por Stevie Ray Vaughan. Pero su historia es mucho más rica y se remonta a fines de la década del '50 cuando compró una de las primeras siete Gibson Flying V que se hicieron y, a comienzos de los '60, sentó las bases de los solos de guitarra en el rock que atronarían pocos años más tarde.

Lonnie Mack fue un innovador. Tenía una técnica muy personal basada en el fingerstyle y el chicken picking, propias del country y el bluegrass, aunque con una marcada formación musical de blues y R&B. Atacaba las cuerdas de manera rápida y agresiva y utilizaba un vibrato Bigsby con el que obtenía un sonido distintivo, que con el tiempo se lo denominó whammy bar, en honor a su tema Wham!

Entre las influencias de Mack se destacan T-Bone Walker, Ray Charles, Jimmy Reed, Merle Travis, Hank Williams, George Jones, Jimmie Rodgers y Hank Ballard. La lista de músicos a los que influenció él con su técnica es también amplia y notable. Además de SRV sobresalen los nombres de Jeff Beck, Roy Buchanan, Duane Allman, Dickey Betts y Eric Clapton, entre muchos otros.

A comienzos de los '60, tuvo un paso por las bandas de Freddie King y James Brown, experiencia que lo marcó a fuego. Pero el año clave en su carrera sería 1963. Mack firmó contrato con el pequeño sello Fraternity, con base en Cincinnati, y se integró como guitarrista de la banda estable. Así fue como grabó dos temas que serían decisivos en su historia. Memphis, de Chuck Berry, y el mencionado Wham! Ambas canciones se convirtieron en inesperados éxitos, tanto para el guitarrista como para el sello. Las radios de R&B comenzaron a pasarlas con mucha frecuencia, al igual que la balada Where there's a will, hasta que descubrieron que Mack no era negro. En 1968, el guitarrista firmó con el sello Elektra, que reeditó el álbum The wham of that Memphis man, y grabó otros tres álbumes que no fueron ni tan consistentes ni interesantes como el material que había grabado para Fraternity.

Mack se recluyó en su Indiana natal y en los '70 grabó un par de discos oscuros -Home at last y Lonnie Mack and Pismo- más volcados a la música country. Los planetas se alinearon para el punzante guitarrista en la década siguiente. Viajó a Austin, Texas, y en su camino se cruzaron Stevie Ray Vaughan y el sello Alligator Records. Tanto SRV como la compañía de Bruce Iglauer estaban en su apogeo comercial y el disco que lanzarían juntos fue un éxito. Strike like lightinin' fue un álbum muy sólido que significó el regreso de Mack a las grandes ligas y dejó algunos temas imponentes de los dos violeros juntos: la excitante Double whammy, la electrizante Satsify Suzie y la joya acústica Oreo cookie blues.

El asesino de la Flying V grabaría dos discos más con Alligator -Second sight (1987) y Attack of the killer V: Live (1990)- aunque lo más significativo de su paso por la compañía fue el show que dio en 1985, tras la edición de su primer álbum, junto a Roy Buchanan y Albert Collins en el Carneghie Hall de Nueva York. Ese concierto fue registrado en video y se editó con el nombre de Further on Down the Road. Lonnie Mack no volvería a los primeros planos, salvo por algunas distinciones que recibió en los últimos años. Se fue a vivir a Smithville, Tennessee, para estar cerca de sus hijos y nietos. La muerte lo alcanzó el 21 de abril en ese pequeño poblado al este de Nashville. Tenía 74 años y, según Alligator Records, falleció por causas naturales.

2 comentarios:

Juan Casabonne dijo...

Groso Lonnie!

Oscar Castro dijo...

Buena Martín. Gracias al aluvión de cd´s de Alligator Records en los 90's conocí a Lonnie.