jueves, 6 de junio de 2013

Not fade away

- No entiendo cómo los ingleses descubrieron el blues antes que nosotros. Lo teníamos aquí, bajo nuestras narices.

La pregunta se la hace el protagonista de la película Not fade away, Douglas (John Magaro) mientras escucha junto a la hermana de su futura novia Me and the Devil blues, de Robert Johnson. “Me encanta el blues de Chicago”, le dice ella. “Es Delta blues, el de Chicago es eléctrico”, la corrige él.

Ese diálogo es apenas una síntesis del contenido y la propuesta de la película dirigida por David Chase (creador de Los Sopranos), un film ameno que propone, a partir de una historia simple, revalorizar el sentido de la música y recordar la maravillosa y turbulenta década de los 60. El guión se plantea una tesis: cuál será el mejor invento de la historia de los Estados Unidos, ¿la bomba atómica o el rock and roll?

La historia comienza en 1961 cuando Douglas, un adolescente con acné y sin suerte con las chicas, sueña con tocar la batería mientras mira la vidriera de una Casa de Música en los suburbios de Nueva Jersey. A partir de ahí se suceden situaciones y momentos que atraviesan toda la década: como cuando, a pocas semanas del asesinato de John F. Kennedy, explotó en las radios I want to hold your hand, de los Beatles; o cuando los Rolling Stones se presentaron en vivo en el programa de tevé de Dean Martin, en su debut en EE.UU., y tocaron I just want to make love to you. Todos esos actos, esa rocanroleada infernal y novedosa, escandalizaron a un sector de la sociedad que no estaba preparada para la revolución cultural que estaba en marcha.

Así, la película va retratando, a través de la vida del protagonista y sus amigos -con los que forma una banda de garaje con la que nunca conocerá el éxito-, una década que estuvo marcada por la Guerra Fría, Vietnam, las profundas diferencias generacionales entre padres e hijos, la lucha por los derechos civiles y toda una nueva forma de ver al mundo por parte de la juventud.

La banda de sonido es impecable: Bo Diddley, Leadbelly, Bob Dylan, The Kinks, Elmore James, The Small Faces, Nancy Sinatra, James Brown, Moby Grape, The Moody Blues y, claro, mucho Beatles y Stones. Las actuaciones, sin ser superlativas, están muy bien. James Gandolfini interpreta al padre del protagonista y le da un plus extra. Repito: es un film sencillo y ameno ideal para los melómanos y los nostálgicos de una década atrapante.




8 comentarios:

Ricardo Tapia dijo...

los stones.. los mismos pillos por los que la mayoria descubrimos muchisimo blues aca tambien, de la misma forma, junto a Mayall.

la vamos a ver

Mauro Diana dijo...

Varias generaciones le debemos a los Stones que nos hayan marcado el camino a Muddy, jimmy Reed , Slim harpo, Bo diddley y sigue la lista

Guido Vene dijo...


Así es, así conocí los blues de Jimmy y Muddy.. Los Stones son para el lagrmión emotivo siempre!

Cesar Valdomir dijo...


Interesante para ver...y es tal cual ( por lo menos en mi caso ) como decis Mauro...creo que el primer Blues que escuche fue la version de ellos de Little Red Roster

Guillermo Blues dijo...


Agendada para ver, gracias!!

Escuchate Esto! dijo...

me dieron ganas de ver la peli, parece muy fresca. Y me sumo a la lista de aquellos que conocimos el blues gracias a los Stones. Little Red Rooster fue el primero. Gracias Martín por la recomendacion!

Adrian Legaspi dijo...


Si realmente los stones trasmitian ese transfondo de blues es su musica.. Sus primeros discos, cuando conpartieron escenario con jhon lee hoker y hace poco en la pelicula de escorsese buddy guy..ellos como clapton mucho hicieron por esta musica que amamos...

Florencia Andrada dijo...


ni hablar!!! los stones fue una de las primeras bandas que amé y además fueron mi puente a el blues y mucha otra buena música.