sábado, 24 de agosto de 2024

Kingfish Ingram, la nueva esperanza del blues

 

En la última década, el blues tuvo más presencia en los avisos fúnebres que en las carteleras de los grandes festivales. Músicos históricos como B.B. King, Otis Rush, Jimmy Johnson, Lucky Peterson, Tail Dragger y Guitar Shorty, por solo nombrar a unos pocos, murieron por su avanzada edad o por padecer largas enfermedades. Todavía quedan unos pocos bluesmen de más de 80 años vivos. Buddy Guy es el más famoso, y también están Bob Stroger, Jimmy Burns y Billy Boy Arnold. La última gran renovación generacional se dio en la década del noventa, tal vez por el impacto comercial de los cd’s, pero desde entonces el blues ha entrado en una especie de letargo donde los nuevos músicos son más de lo mismo o, lo que es peor, no logran representar con su música la rica tradición del género. Pero siempre hay excepciones.

Christone “Kingfish” Ingram tiene 25 años y lleva la mitad de su vida dedicada al blues. Nacido en Clarksdale, Mississippi, entre plantaciones de algodón y una rica tradición musical, de pequeño empezó a incorporar los sonidos de su región, en lugar de escuchar R&B y hip hop como la mayoría de sus contemporáneos. Sus primeras influencias comenzaron con la música góspel en la iglesia y también se inspiró y aprendió en los programas de educación musical extraescolares del Delta Blues Museum de Clarksdale. A los seis años comenzó a tocar la batería, luego el bajo y a los 11 tomó la guitarra para no soltarla nunca más. A los 14 ya había alcanzado el dominio de sus instrumentos; luego añadió la voz principal a su impresionante presentación.

Sus influencias son los grandes maestros del blues: Robert Johnson, Elmore James, Muddy Waters, Lightnin' Hopkins, B.B. King, Albert King, Big Jack Johnson, Albert Collins, Freddie King, Lefty Dizz y Buddy Guy, pero también leyendas del rock como Jimi Hendrix y Prince. Su estilo visceral para tocar la guitarra, su profunda voz y su voluptuoso físico comenzaron a hacerse notar unos diez años atrás y lo que empezó como una atracción regional pronto se expandió a todo los Estados Unidos y más allá. Ahora, por primera vez, se presentará en la Argentina.

Un ascenso meteórico

Los músicos de blues de Mississippi Bill "Howl-N-Madd" Perry y Daddy Rich, que enseñaban en el Delta Blues Museum, vieron potencial en él, y Perry lo apodó "Kingfish" (su traducción es “rey pez” y se usa en el slang para señalar a alguien como un peso pesado o que se destaca en un ámbito determinado). Comenzó con sus actuaciones en el Ground Zero Blues Club, propiedad del actor Morgan Freeman y en 2014 actuó para Michelle Obama en la Casa Blanca junto a un grupo de estudiantes del museo. Un año más tarde, Ingram recibió el premio Rising Star de la Rhythm & Blues Foundation, y a Tony Coleman, que tocaba en la banda de gira de B.B. King, le gustó tanto su música que más tarde organizó una reunión del joven guitarrista con el Rey del blues en un festival en Mississippi.

El guitarrista Eric Gales lo invitó a tocar en su álbum de 2017, Middle of the Road, y ahí comenzó a ser elogiado por músicos como Buddy Guy, Bootsy Collins y hasta Dave Grohl. Los productores de la serie de televisión Luke Cage vieron videos de Ingram en YouTube y lo eligieron para un papel secundario en el programa, además de utilizar sus interpretaciones de The Thrill Is Gone y I Put a Spell on You en el soundtrack.

Cuando terminó la escuela secundaria, Ingram intensificó su agenda de giras y comenzó a tocar regularmente en clubes y festivales de blues a lo largo de los Estados Unidos y Europa. En 2018 firmó contrato con el prestigioso sello Alligator Records y viajó a Nashville para comenzar a trabajar en su álbum debut con el productor Tom Hambridge, quien anteriormente había producido a Buddy Guy, Susan Tedeschi y George Thorogood, entre otros grandes artistas. Con apariciones especiales del mismísimo Buddy Guy y Keb' Mo', el álbum Kingfish apareció en mayo de 2019 y fue nominado en la categoría Mejor Álbum de Blues Tradicional en la 62° entrega de los premios Grammy y ganó como mejor Álbum del Año en los Blues Music Awards.

Su segundo álbum, 662, fue lanzado a mediados de 2021. Producido también por Tom Hambridge, contó con una colección de canciones coescritas por ellos y ganó el Grammy que se le había negado al anterior. En septiembre de 2023, editó su tercer disco, el primero en vivo, Live in London, producido esta vez por Zach Allen.

En un género que quedó atrapado en la dicotomía de mantener la tradición o expandirse y aggionarse, Kingfish parece que llegó para cerrar la grieta, aunque a muchos puristas les cueste todavía aceptarlo. Nadie podrá decir que el muchacho no tiene el blues, porque nació donde la leyenda cuenta que Robert Johnson hizo un pacto con el Diablo y donde Muddy Waters juntaba algodón con sus propias manos antes de mudarse a Chicago y escribir una nueva historia.

El próximo 7 de septiembre, Kingfish se presentará en el Teatro Gran Rivadavia y la comunidad blusera local podrá volver a tener una gala de auténtico blues.

jueves, 1 de agosto de 2024

Por los caminos del blues

En febrero de 2017, con Gabriel Grätzer emprendimos un viaje de poco más de una semana por el sur profundo de los Estados Unidos, con el objetivo de presentar de nuestro libro Bien al Sur-La historia del blues en la Argentina, algo que hicimos en la sede de la Blues Foundation en Memphis y en la Biblioteca de la Universidad de Mississippi. Entre una presentación y otra, nos subimos a un auto y recorrimos los caminos del blues. Pasamos por los míticos lugares donde, el siglo pasado, músicos como Charley Patton, Tommy Johnson y Memphis Minnie, entre otros, escribieron la historia grande del género. Ahora, Grätzer transformó esa experiencia en un proyecto musical interactivo.

Grätzer, quien lleva más de tres décadas activo y es reconocido como el embajador argentino del blues en el mundo, acaba de lanzar un disco, con un novedoso formato, en el que repasa algunos de los grandes temas del blues de pre-guerra siguiendo la ruta de los pueblos y ciudades que visitamos en aquel viaje. Más allá de que las canciones se puedan escuchar en plataformas como Spotify, lo interesante es acceder a www.mississippiroad.com para poder acompañar la música con mapas, videos, fotos y texto.

El guitarrista y cantante comienza este viaje imaginario por la ciudad de Memphis, en el estado de Tennessee, con una versión de Dough Roller Blues, un tema que Garfield Akers registró en las míticas sesiones del Hotel Peabody en 1930. El recorrido sigue hacia el sur y llega a la pequeña localidad de Walls, al norte de Mississippi, donde descansan los restos de la legendaria Memphis Minnie y el músico argentino la homenajea con Don’t Want No Woman en el que aporta su voz la cantante An Díaz, también protagonista de parte de ese viaje de 2017. Juntos recrean el dueto que Memphis Minnie hacía con su marido Kansas Joe McCoy. En ambos temas acompaña Juan Codazzi en guitarra.

Luego sigue por Titwiler, donde W.C. Handy se inspiró para escribir su clásico Yellow Dog Blues, un momento crucial en la historia del blues. Avanzando por la ruta 49, aparece el pequeño pueblo de Drew, donde un siglo atrás emergió la figura de Tommy Johnson, y para ello Grätzer interpreta uno de sus temas más emblemáticos: Cool Drink of Water. La siguiente parada es en Dockery Farms, otra posta clave en el desarrollo de esa música, porque allí surgió Charley Patton, autor de Banty Rooster Blues, que el músico argentino repasa con solvencia y mucho feeling. Por la 49 hacia el sur, pasando Yazoo City, aparece el pequeño poblado de Bentonia, donde se formó uno de los músicos más carismáticos y e influyentes de la historia del blues, Skip James. Grätzer lo recuerda con una monumental interpretación de Hard Time Killing Floor.

Una de las últimas paradas es Jackson. Grätzer desempolva su mandolina para interpretar (Still) Ain't no Good, que Bo Carter y Charlie McCoy grabaron bajo el nombre de Mississippi Blacksnakes, y se nutre del acompañamiento de Codazzi en guitarra y Gabriel Cabiaglia en washboard. Finaliza este viaje imaginario con la antigua balada Stack O’Lee, en la alejada comunidad de Avalon donde vivió Mississippi John Hurt.

Pero hay algo más: el bonus track es un video del mano a mano musical que tuvo con Jimmy “Duck” Holmes, dueño del Blue Front Café de Bentonia, uno de los pocos juke joints que aún siguen en pie. Grätzer tomó una vieja guitarra desafinada y Holmes se puso a improvisar con su voz cargada de blues.

Mississippi Road, así se llama el proyecto interactivo, es el reflejo de la pasión de un artista por una música que a priori puede resultarnos distante, en tiempo y en espacio, pero que en definitiva también describe penurias y placeres que padecemos hoy y aquí. Como un antropólogo, Grätzer explora los orígenes del blues y abre una puerta para poder volver a escuchar canciones que nunca deberían caer en el olvido.